El trauma

Una anécdota virtual es la que va a dar pie al post de hoy. Un compañero mío se ha hecho eco del informe del FMI que rebaja las previsiones de crecimiento para España y demás. Le he contestado que lo mejor de todo es que el FMI siempre peca de optimista. Acto seguido una amiga suya, a la que no conozco ha escrito: «Gracias por el trauma :(«.

Son hechos como el que acabo de describir los que me traumatizan a mí. Que después de más de cuatro años de crisis económica la mayoría de personas siga sin tener ni puta idea de lo que está pasando en el mundo es grave. Una cosa es que en el año 2007 nadie supiera qué eran las hipotecas Subprime, o ignorara qué es la prima de riesgo y qué es lo que determina que ésta suba o baje. Pero que en 2013 la cosa siga prácticamente igual es preocupante.
También es preocupante que en este país para tener una idea aproximada, y en muchos casos deformada, de lo que está pasando en la televisión sólo haya tertulias o programas donde la objetividad brilla por su ausencia. ¿Para cuándo un programa de televisión divulgativo y objetivo dónde no se predisponga al espectador? Stop. Es que eso no se consume. Si no hay polémica no lo ve ni el editor. Y como no se ve, uno se encuentra con que a una persona en 2013 le provoque un trauma saber que el FMI rebaja nuestras previsiones de crecimiento. Traumático es el nivel de endeudamiento de este país, traumática es la guerra de divisas y el proteccionismo que va a desencadenar. Traumático es el hecho de que la economía mundial presente síntomas negativos durante tanto tiempo y se siga fiando todo a los QE y a las políticas monetarias.

Pero ¿qué cabe esperar? No entiendo porque me indigno de esta manera. Total, yo en 2007 acababa de empezar a preparar mis oposiciones y no había estudiado nada de economía en mi vida. Me sonaba a chino todo lo que tuviera que ver con macroeconomía, valores, bonos… Un día me dio por empezar a leer prensa especializada y a buscar conceptos básicos en la Wikipedia (que por cierto lo explica todo bastante bien y enlaza unos artículos con otros para que puedas seguir leyendo). Después me dio por abrirme una cuenta en Twitter y empezar a preguntar a los que parecía que sabían de esto. Y ¡joder! Hay un montón de españoles que saben muchísimo de economía, y que además son majísimos y te explican las cosas. Muchos de ellos también escriben en diarios electrónicos y por increíble que parezca uno puede estar informado de todo lo relevante que ocurre y que va a ocurrir en el mundo de la economía dedicando media hora al día.

Debo ser un friki que se preocupa por lo que de verdad mueve al mundo. Y es que cuando uno habla con los demás de lo que lee tiene esa impresión. “¿Qué dices?” o un silencio acompañado de una cara de absoluta indiferencia suelen ser las respuestas más habituales.
Cuando os suban los impuestos, os bajen las pensiones, o no las cobréis porque os habréis muerto antes y cuando seamos más pobres que las ratas… eso sí que va a ser un trauma.

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