¿Héroes o villanos?

No hubo sorpresas. Pedro Sánchez volvió a decir no y todo parece indicar que en España se celebrarán elecciones por tercera vez en un año.

En este contexto de bandos políticos donde sólo una formación parece estar por la labor de tender puentes constitucionales, que no frente populistas, cada votante tiene su héroe o su villano. Lo que está haciendo Mariano Rajoy es único en la historia de la democracia española, es una hazaña (ésta es con H) que después de todo lo que ha ocurrido después de 2011 (recortes, promesas incumplidas, rescates encubiertos…) haya sido capaz, sin olvidar los casos de corrupción anteriores, no sólo de volver a ganar las elecciones, sino que en los segundos comicios ha sido capaz de aumentar su mayoría. Y además bajando la cifra de paro y con resultados económicos que envidian todos lis países de Europa.

¿Qué decir de Pedro Sánchez? La hazaña de Pedro Sánchez de frenar las hordas populistas es digna del cantar del Mío Cid. Ha sido capaz de mimetizarse con su enemigo hasta tal punto que al pobre Pablo Iglesias solo le queda cantar rap en el Congreso y alzar su puño (y de paso que su desodorante no es antitranspirante) para que sigamos hablando de él. La posición firme de Pedro en el no hace pensar que sus ascendientes hunden sus raíces en la correosa Numancia. El ejercicio de coherencia que está haciendo Sánchez es digno de alabanza. Y además es guapo.

La heroicidad o villanía de los líderes de nuestros partidos políticos se puede extraer de las descripciones anteriores en función del bando que profese el lector. Tanto Pedro como Mariano han jugado sus cartas en la convicción de que están haciendo lo que quieren sus votantes, de manera que para cada uno de éstos aquéllos no son villanos, son héroes.

Recuerdo una frase de una película que decía: ‘Los héroes son sólo hombres que hacen cosas extraordinarias en momentos extraordinarios’. ¿Qué han hecho de extraordinario hasta la fecha Pedro y Mariano? A esta pregunta puede haber multitud de respuestas pero yo digo que aún podrían hacer algo mucho más extraordinario y eso no es otra cosa que dar un paso atrás. Dicho de otra manera: Toda la sociedad española, menos los cuatro (hace mucho ruido pero no son tantos) radicales de turno, reconocería como algo verdaderamente extraordinario, después de la exhibición del no que ha realizado, que Pedro Sánchez se abstuviera y permitiera un gobierno de Mariano Rajoy. Mucho más extraordinario, vista la ausencia de los mismos en la historia de nuestro país, es que Sánchez aceptara la oferta de pacto de Rajoy y por primera vez en la historia de España tuviéramos un gobierno de coalición.

Extraordinario sería que después de lo ocurrido ayer Rajoy no se presentara a terceras elecciones y dejara la puerta abierta a un nuevo candidato del Partido Popular para que éste cosechara unos resultados como los de 2011. Y sería extraordinario porque muchos sabemos que Rajoy lo tiene prácticamente hecho el 25-D (o el 18) si se confirma la dinámica ascendente en las encuestas.

¿Veremos algo extraordinario por parte de la vieja política en las próximas semanas o más de lo mismo? 

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