Hoy es el día que anteriormente se conocía oficialmente como Día de la Hispanidad. Antes de escribir este artículo desconocía la razón de por qué el 12 de octubre se denomina, todavía, el día de la Hispanidad. Desgraciadamente pertenezco a una generación a la que explicar la grandeza de España no está bien visto (mi familia y mi curiosidad innata han sido un buen contrapeso a las políticas educativas «democráticas»).
A pesar de ello, hasta hoy, los 12 de octubre que he visto el desfile militar por la televisión, he tenido el mismo sentimiento: Orgullo. No sé muy bien porqué, pero al ver esas imágenes, al escuchar el himno nacional, ver a los soldados desfilando y gritando al unísono: ¡VIVA ESPAÑA! Los pelos se me ponen como escarpias, y el hecho de ser español y que se celebre de esa manera la festividad nacional me conmueve.
Hoy, cuando vea en las noticias los momentos más intensos del desfile tendré la misma sensación; pero además, sabré exactamente a que se debe que cada 12 de octubre se celebre el día de la Hispanidad.
El 12 de octubre de 1492 tuvo lugar el descubrimiento de América. El antecedente inmediato del día de la Hispanidad se denominaba el día de la Raza, y tenía lugar también el 12 de octubre. En Argentina, y en otras muchas repúblicas iberoamericanas, bajo de la denominación de Fiesta Nacional, se celebraba, con la misma fecha, el hecho del descubrimiento de América.
La propuesta de sustituir el día de la Raza por el día de la Hispanidad fue realizada por el sacerdote español Zacarías de Vizarra, en 1926. Dicha propuesta que fue acogida por Ramiro de Maetzu, en un artículo publicado en la revista “Acción Española” un 15 de diciembre de 1931, que se inicia así: «’El 12 de octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad’». El 12 de octubre de 1935 se celebró en Madrid el día de la Hispanidad, y al respecto Ramiro de Maetzu escribió: “Con gran brillantez se ha celebrado este año el día de la Hispanidad. Toda España se ha sumado a su conmemoración. Y no solamente en España. En América, ni qué decir. En cuanto al extranjero, allí donde existe un núcleo de españoles se han reunido y han brindado por la raza española.”
Posteriormente el 12 de octubre alcanzó reconocimiento oficial por decreto de la Presidencia del Gobierno de 9 de enero de 1958 estableció: «Dada la enorme trascendencia que el 12 de Octubre significa para España y todos los pueblos de América Hispana, el 12 de Octubre será fiesta nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad.»
Actualmente la Ley 18/1987 ratifica el día 12 de octubre como festividad nacional de España, pero prescinde de la denominación del “Día de la Hispanidad”.
De este modo se explica, breve y concisamente, el origen del 12 de octubre como Fiesta Nacional. Hoy es precisamente ese día, y si bien en los momentos en que nos toca vivir es difícil encontrar motivos de alegría considero que en un día como hoy todos debemos estar alegres, y ¿por qué? Pues porque somos españoles.
Formamos parte de una de las naciones más importantes de la historia, a nuestros antepasados se debe, precisamente, que el 12 de octubre de 1492 se descubriera América. Pero no sólo eso. El pueblo hispano es un caso único en la historia. Sin tener conciencia de nación, tras ser invadidos en el S. VII d. C. por los musulmanes, los pueblos hispanos reconquistaron la península Ibérica, se unificaron bajo el mandato de los Reyes Católicos y se cimentó a lo largo y ancho del mundo el Imperio Español. Con Felipe II alcanzó su zenit, nuestro Imperio era temido y atacado por todos, y en él nunca se ponía en sol.
Hijos del pueblo español son grandes personajes de la Historia, tanto de la literatura:Alfonso X el Sabio, Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Garcilaso de la Vega, Gaspar Melchor de Jovellanos, Ausias March, Luis Vives…
Como de la pintura: El Greco, Velázquez, Goya, Sorolla, Picasso, Juan Gris, Salvador Dalí, Joan Miró…
Como en el mundo de la ciencia, eminencias en sus respectivos campos, fueron: Miguel Servet, Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Gergorio Marañón, Isaac Peral, Narciso Monturiol (inventor del primer submarino), Juan de la Cierva…
Y también los hay contemporáneos, Miguel de Unamuno, Blasco Ibáñez, Pío Baroja, Ortega y Gasset, Camilo José Cela (premio Nobel de literatura), Rafael Alberti, los hermanos Machado, García Lorca, el propio Ramiro de Maetzu, Enrique Jardiel Poncela, Dámaso Alonso…
Seguramente me habré dejado muchos más personajes insignes e ilustres en el tintero pero escribo de memoria…
Muchos estarán pensando, que entonces sí había motivos para estar orgullosos de ser español, y yo les digo, que ahora también. No sólo tenemos motivos para estar orgullosos de nuestra historia, tan denostada por algunos oportunistas a día de hoy. También tenemos motivos para estar orgullosos de nuestro presente, si bien, puede ser que en menor medida, pero hoy no quiero centrarme en lo negativo, para eso tengo el resto de los días del año.
Ya no somos tan grandes ni tan poderosos como antaño, pero se habla del español allí donde va. Seguimos teniendo eco a nivel internacional, gracias principalmente a nuestros deportistas, caracterizados por lo que se denomina: “Furia española”. Somos campeones del mundo y de Europa con la selección española; llevamos cuatro copas Davis en los últimos nueve años, por no contar el número de torneos individuales que han ganado nuestros tenistas en los últimos 20 años, principalmente Rafael Nadal. También somos un referente en el mundo del Baloncesto, campeones del Mundo en 2006 y de Europa en 2009 y 2011, sin olvidar la plata de los JJ.OO. de Pekín. Fórmula 1, motociclismo, balonmano… y diversas disciplinas deportivas donde los españoles nunca perdemos protagonismo.
Somos el país con el mayor número de donantes de órganos, dato para nada despreciable. Nuestras Fuerzas Armadas, que tienen un protagonismo especial en el día de hoy, se encuentran en numerosos puntos del planeta dejando el listón bien alto y prestando sus servicios a todos aquéllos que lo necesitan; servicios en los que algunos españoles se dejan la vida, y es por ello que hoy, también, se les rinde homenaje. Mi más profunda admiración por todos ellos.
Somos un pueblo luchador y trabajador, bravo, animoso y de buena voluntad. Sin embargo como decía Fernando de Aragón somos una nación “desordenada, de modo que sólo puede hacer con ella grandes cosas el que sepa mantenerla unida y en orden”.
Por desgracia en los últimos años nuestros gobernantes no han sabido mantenernos ni unidos ni en orden. Puede que por ello los motivos para estar orgullosos de ser español debamos buscarlos en un pasado algo más remoto, mientras que nuestro presente y futuro inmediato sea motivo de vergüenza y apuro.
Es por ello, que en estos momentos es cuando debemos sacar la cabeza y gritar ¡VIVA ESPAÑA! No la España de los 5 millones de parados, ni la España dividida, ni tampoco la España ruinosa del S. XIX y principios del S. XX. Sabemos crecer como nación, sabemos crecer como pueblo y sabemos brillar y ser admirados por el resto del mundo. Hagamos caso omiso de aquellos que pretenden dividirnos, y avancemos unidos, no sólo por nosotros y por los nuestros, también por España, que a fin de cuentas es nuestra Patria.
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