Como prometí a algunos de mis amigos, esta semana toca hablar de Mariano Rajoy, el eterno candidato. Va a concurrir por tercera vez a unas elecciones generales.
Rajoy lleva más tiempo en política que Rubalcaba, concretamente un año más, pues se afilió a AP (Alianza Popular) en 1981, lleva 30 años en política. Antes de ser elegido diputado autonómico en las elecciones gallegas del mismo de ese mismo año, Rajoy había sacado su plaza en el cuerpo de Registradores de la Propiedad; a la edad de 24 años se convirtió en el Registrador más joven de España y desarrolló su labor como Registrador en tres Registros diferentes. En este punto he de poner de relieve una cosa, la oposición a Registros es de las más duras que hay en España, la media para sacar plaza es de 6 a 8 años, este hombre la sacó en 2 años (el último de la carrera de Derecho empezó a prepararlas y las terminó al año siguiente). Esto no tiene nada que ver con su actividad política, pero sí que revela, en mi humilde opinión, una capacidad brutal, y supongo que una alta dosis de suerte, pero al César lo que es del César. (Por cierto el sueldo anual medio de un Registrador es de unos 100.000 €)
Sus cargos y las labores durante los gobiernos de Aznar los tenéis a vuestra disposición en http://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_Rajoy No voy a transcribirlo porque es muy largo, y el artículo se haría muy pesado. Cada cual que saque sus propias conclusiones.
Vamos a lo polémico de Rajoy. En primer lugar fue designado a “dedo” por Aznar como su sucesor, revelando el funcionamiento democrático del PP. Es cierto que tras perder las elecciones, no recuerdo si las de 2004 o las de 2008 hubo un Congreso Nacional donde se ratificó a Mariano Rajoy al frente del partido. Una pantomima, y lo digo porque sé cómo funcionan esos Congresos, gracias a Dios no tuve que participar en ninguno de ellos. Por desgracia la democracia en el funcionamiento de los partidos mayoritarios en nuestro país brilla por su ausencia.
En segundo lugar ha quedado patente que se gestión al frente del Partido no ha sido todo lo férrea que cabía esperar de un líder que aspira a presidir el Gobierno de la Nación. Diversos escándalos de corrupción han salpicado a dirigentes autonómicos del PP, y la actitud de Rajoy ha sido la de mirar a otro lado. En mi opinión el caso más escandaloso ha sido el de Camps en la Comunidad Valenciana; después de ser imputado se le ha permitido concurrir a las elecciones autonómicas. Cabe señalar por otro lado, que los casos de corrupción que salpican al PP no son suficientes para que la opinión pública, a través del voto, castigue en las urnas tales conductas. Los resultados de las elecciones del 22 de Mayo ratifican lo que acabo de decir.
Aun así me parece lamentable, en cualquier partido político, que no se aparte a los corruptos, o incluso a los que son presuntamente corruptos, de sus cargos hasta que se esclarezcan todas las cuestiones pertinentes. La tibieza de Rajoy en este sentido deja mucho desear.
Todo ello genera dudas acerca de cómo se manejaría al frente del gobierno, y como afrontaría los embates nacionalistas que tan caros no están costando. Por el momento, a día de hoy, no veo ningún viso de firmeza en ese sentido, sólo he escuchado vagas declaraciones de intenciones. Si no obtuviera mayoría absoluta, ¿pactaría con los nacionalistas de igual manera que lo está haciendo Zapatero? Todos los indicios parecen decir que sí.
Podría decirse que Rajoy no es muy carismático, y la verdad es que no lo es. Creo que es un excelente parlamentario, aunque abusa de notas, y deja poco espacio a la espontaneidad en sus declaraciones parlamentarias. En los mítines también abusa de las notas. Esa falta de espontaneidad y de carisma deja frío al oyente; creo que es una de sus grandes carencias, y que a pesar de llevar tanto tiempo en política no ha sabido corregir.
En cuanto a su labor como jefe de la oposición, el tópico ya sabemos todos cual es, el que tantas veces ha repetido Zapatero: “Nunca ha apoyado al Gobierno”, algo que es rotundamente falso (el último ejemplo es el del 30 de junio de este año); en el último debate sobre el Estado de la Nación me hizo gracia una frase de Rajoy a Zapatero: “¿Quién se cree usted que es para decir cuando le tenemos que apoyar o no? Apoyaremos lo que nos parezca oportuno”. Y básicamente creo que esa ha sido su labor como jefe de la oposición. ¿Qué razón tiene apoyar unas medidas que no han servido para nada? (El plan E fue un “éxito” rotundo). No en balde, aun sin el apoyo del PP, la mayoría de las medidas del gobierno han salido adelante gracias al apoyo de los nacionalistas, y miren donde estamos; de modo que aunque Rajoy las hubiera apoyado el resultado hubiera sido el mismo.
En definitiva Rajoy tiene cualidades positivas, y negativas, ni frío ni calor, es tibio como he dicho antes. Se da la circunstancia de que a pesar de su tibieza, el pueblo español se ha quedado tan helado con el gobierno del PSOE que lo más probable es que gane las elecciones generales, ya veremos con que diferencia.
Por cierto, ni Zapatero, ni Rajoy, ni Rubalcaba hablan inglés o no se conoce que lo hablen con fluidez. Menudo panorama…
Pd. Creo que de Rubalcaba no dije que tuviera cualidades positivas, tiene una, es del Real Madrid.