Últimamente está muy de moda hablar de esa cosa genérica llamada “casta”. La RAE conceptúa “casta” como: Ascendencia o linaje. Se usa también referido a los irracionales. Siendo la acepción empleada por el mediático Pablo Iglesias la tercera que nos da la RAE, esto es: “grupo que forma una clase especial y tiende a permanecer separado de los demás por su raza, religión, etc” Donde etcétera vendría a ser “los políticos”.
Haciéndome eco de esta última acepción creo que he conseguido identificar una casta tuitera que es de lo más interesante. Son los tuitstars. Se puede identificar a un tuitstar principalmente por su número de seguidores y por ser un perfecto desconocido fuera de la red social. Miles de seguidores en twitter pero nadie sabe quién es fuera del entorno de twitter.
El comportamiento habitual de esta casta suele seguir un patrón bastante similar en todos los casos. Suele haber honradas excepciones, ya que a algunos el ego se les sube menos que a otros, pero fundamentalmente el patrón es el siguiente:
– Un tuit suyo suele ir seguido de decenas de respuestas. Algunas manifestando acuerdo mientras que otras manifiestan desacuerdo. Asimismo los fieles del tuitstar retuitean compulsivamente haciendo aún más grande la leyenda del susodicho. En ocasiones, cuando el ego es insaciable, el tuitstar, pese a serlo, ha RT de que es TT nacional o en una región de España. Es como tocar la campana después de haber subido el Currahee a toda pastilla. Estoy convencido de que algunos se ponen incluso cachondos.
– La actitud del tuitstar ante las respuestas suele ser diversa. En ocasiones hace RT de aquellos tuits que le parecen ingeniosos o le dan la razón. El súmmum del ego es cuando hace RT de aquellos en que le alaban. El súmmum del mal gusto, a mi juicio, es cuando contesta a aquellos que le contravienen poniendo un punto delante para que sus acólitos puedan ver como el rebelde es humillado o en su caso pueda ser objeto de las furibundas críticas de sus acólitos. En la mayoría de ocasiones el tuitstar no se gasta en hacer otra cosa que darle al botón de bloquear a la insignificante cucaracha que le contradice. He oído hablar de hasta bloqueos preventivos, algo que sólo concibo si en reuniones de tuitstars se chivan los tuiteros que deben ser bloqueados ¿llegarán a tanto nuestros afamados tuiteros?
– Otra cosa divertida de los tuitstars es cuando se pelean entre ellos. Tuitstars hay de todas las ideologías y queda mal que un tuitstar no conteste a otro que le ha mencionado directamente, los fans podrían dudar de su admirado tuitero. Es divertido ver como se cruzan RTs y menciones a destajo hasta que uno de ellos se queda sin argumentos. En esos casos su cuenta queda en silencio durante varias hasta que sube una foto o hace un comentario que no tiene nada que ver con la humillación sufrida unas horas antes. Viene a ser algo así como: «Sí soy patético, pero vosotros me comprendéis».
Los tuitstars son una casta peculiar. Suelen presumir de sus virtudes y sus valores pero a la hora de aplicárselos se aferran a que los trolls son muy insistentes y que no queda otro remedio que bloquearles. En la mayoría de ocasiones ser un troll implica cantar las verdades del barquero (sin poner puntos delante de la mención ni mariconadas) esperando una respuesta sincera del interpelado. Es entonces cuando se desmoronan los valores del tuitstar y éste aprieta con su dedo el botón de bloquear, como si aplastara una mosca molesta para no volver a preocuparse por ella.
Otra conducta que no quiero dejar pasar por alto es la de hacer RT de las menciones que recibe el tuitstar para después poner a parir a la persona que la ha realizado. Es algo que me parece de una educación exquisita (nótese el tono irónico) porque a fin de cuentas, si la persona que te está mencionando quiere que sólo le leas tú, y eso se deduce de lo que dice el tuit en un 95% de las ocasiones, resulta algo de muy mal gusto hacer RT para que tu legión de seguidores vea lo que te dicen para después tratar de poner en ridículo al interpelante. Para colmo, el segundo tuit o posteriores son silenciados maliciosamente por el tuitstar, de manera que la persona que osa dirigirse a él para contravenirle queda expuesta y con el culo al aire. En ocasiones algunos reconocen sus meteduras de pata y no hacen nada de lo que describo, son casta, pero menos mala.
Estoy convencido que si eres un tuitero de andar por casa, como lo soy yo, en alguna ocasión te habrás encontrado en esta situación. Es lo que tienen los egocéntricos, tanto en la vida real como en la vida 2.0, suelen ser unos maleducados que presumen de ser exquisitos. En definitiva, una casta que se integra por muy diversos especímenes, en muchas ocasiones anónimos, que no merecen ni una sola letra más por mi parte. Por cierto, ¿Habrá alguno que comparta este post?
Yo añadiría otra caraterística importante de los tuitstars que consiste en tener miles de seguidores y sólo seguir a dos ó tres.
Al fin y al cabo, piensan ellos, es imposible que nadie ahí fuera diga nada más interesante que yo. Y si lo hay, mejor no le sigo, no vaya a ser que me haga dudar de mí y la fastidie.