Dentro de poco cumpliré mi primer aniversario en este mundo del twitter. Con motivo de esa efeméride me he animado a escribir este post.
A menudo leemos en las noticias la importancia de las redes sociales en el mundo actual. Hace poco se publicaba una entrevista en el País acerca de que gracias a ellas es posible prever revoluciones, cambios de comportamiento. Pero yo no me voy a centrar en estos aspectos, voy a algo más personal (de hecho es lo más personal que he escrito hasta ahora en este blog).
Cree mi cuenta de twitter un 2 de diciembre; empujado por un lado por el hastío que me provocaba Facebook. Y en segundo lugar por curiosidad. Ninguno de mis amigos de la vida 1.0 usaba twitter (no se les podía llamar auténticos “tuiteros”) o de hecho ni tenían cuenta; básicamente con ellos siempre me he relacionado vía Facebook (no estaba hastiado de mis amigos, pero la relación por el facebook es distinta que la que tiene lugar por twitter). Entraba en un mundo totalmente desconocido para mí.
En un principio concebí el twitter como una red social donde las noticias circulan mucho más rápido que en la vida real. Con la particularidad de que están reducidas en 140 caracteres. No entendía porque le llamaban red social cuando allí todo el mundo se dedicaba a twittear noticias. Sin embargo pronto descubrí el potencial que tiene este invento. Durante aquellas fechas tuvo lugar el caos aéreo y la subsiguiente militarización de los controladores aéreos. Muchos de ellos tenían twitter y a muchos de ellos podías preguntarles que había pasado; también podías dedicarte insultarles directamente, como hacían muchos otros. Yo opté por lo primero. Y fue esta innata curiosidad que Dios me dio la que me descubrió la verdadera magia del twitter.
Tengo que hacer dos precisiones. Muchos twitteros solemos escribir en un blog, y los que no lo hacen suelen comentar nuestros blogs, este ingrediente no es esencial, pero aporta mucho “sabor” a las relaciones virtuales.
La segunda es que, como muchos sabéis, estoy opositando, esto significa que 6 días a la semana estoy una media de 9 horas de cara a los libros memorizando y “cantando” (así le llamamos a recitar los temas en voz alta en el argot opositor). Por ello mi vida social 1.0 se reduce a pasar todo el tiempo que puedo con mi novia y mis amigos, el cual no es mucho. La vida de un opositor a registros es muy parecida a una vida marcial, o tiene que parecérsele si quieres llegar con oportunidades al examen (por lo menos en mi caso). De modo que no hay espacio para los excesos, y lo sé de primera mano. Esta vida de opositor, sinceramente, no le va mucho a mi manera de ser, pero es lo que he elegido y creo que hemos de ser consecuentes, que no masoquistas. Y no tiene que ver con mi manera de ser porque me considero una persona abierta al mundo, sociable, inquieta y ávida de conocer gente interesante, abrir, en definitiva, mis horizontes.
Todo esto último, si lo utilizas adecuadamente, te lo ofrece twitter. Pero con una particularidad, twitter se parece a la vida real tanto como te lo propongas, con alguna diferencia, que es consecuencia del hecho de que no hay contacto físico, y de que en twitter las palabras no se las lleva el viento. Me explico: Al igual que en la vida real tú puedes dirigirte a cualquier persona que tenga una cuenta en twitter, esa persona podrá contestarte o pasar de ti. Tú puedes ser amable o borde, la gente al igual que tú puede ser encantadora o verdaderamente desagradable. Puedes hablar de lo más banal como si estuvieras con tus amigos o ponerte trascendente y hablar de temas con los que no hablas con nadie (no me preguntéis porqué, pero a veces pasa). Todo limitado a 140 caracteres, algo que puede provocar una auténtica cascada de tuits, pero esto a su vez, hace las conversaciones más entretenidas.
En twitter, al igual que en la vida real, puede darse la circunstancia de que gente con la que no has tenido contacto en tu vida esté pendiente de tus actos (en la vida real a veces puede resultar sospechoso, pero todos hemos sentido alguna curiosidad acerca de alguien o de lo que este u otro hacían, algunos lo llaman cotilleo, creo que eso sólo ocurre cuando esa curiosidad es morbosa, y no siempre es así). Son tus followers. Para un famoso que tiene más de 5000 followers probablemente no signifique mucho; más que nada porque lo más probable es que lo experimente a diario en su vida 1.0. Para la gente mundana, como yo, es algo, sencillamente, colosal. Puede que en parte se deba a que alimenta nuestro ego, pero yo creo que no es sólo eso. Ayer por ejemplo alguien me decía que le transmitía tranquilidad, alguien a quien no conozco de nada, sólo sé que me sigue en twitter. Que una persona que te lee a diario te diga que piensa eso de ti es algo que te llena y te satisface. Esa persona, que es una desconocida para ti en tu vida 1.0, y que probablemente no te diría nada en tu vida si el twitter no te hubiera puesto en su camino, de repente se hace más cercana, más próxima y eso, al menos para mí, es algo mágico.
Que twitter nos acerca unos a otros, tanto como nosotros permitamos, puede que para algunos no sea algo tan especial. Opino que cada uno lo puede hacer tan especial como se proponga. Compartir alegrías y penas, frustraciones y éxitos, infundir ánimos o consuelo, con gente que está a muchísimos kilómetros de distancia y con quien no te has visto en tu vida es posible, lo he experimentado, y eso es mágico. Y tan sólo en 140 caracteres.
No sé si sólo me pasa a mí, pero a veces soy capaz de distinguir cuando alguien escribe lo que siente y otros sólo escriben por escribir. Pienso que al igual que en la vida real hay quien habla por hablar, en twitter, otros tuitean por tuitear. Afortunadamente, percibo que la mayoría de la gente con la que tuiteo siente lo que escribe, y eso me llena aún más.
Al igual que en la vida real te llevas sorpresas, agradables y desagradables. Twitter también tiene defectos, puesto que es muy difícil llegar a conocer realmente a una persona vía twitter. Es díficil en la vida real, imaginaos en la vida virtual. Ese es el riesgo de querer hacer de twitter algo especial. Pero al igual que en la vida real si quieres que una relación de amistad sea verdadera tienes que abrirte, y al igual que en la vida real puede que te lleves un chasco. Puede que esto último suene un poco «friki», yo muchas veces he mirado estas cosas con escepticismo; es recurrente el cliché «como no tiene amigos en la vida real los busca en la red». Nada más alejado de la realidad. De hecho si escribo este post es como consencuencia de la grata sorpresa que este mundo ha supuesto para mí; es lo inesperado lo que nos sorprende, para bien o para mal. En este caso ha sido para bien, y lo bueno del twitter es que guarda muchas sorpresas.
¿Su secreto? Bajo mi punto de vista radica en su sencillez que no en su simplismo.
Son muchas cosas las que he vivido en este mundo virtual a lo largo de un año, y os aseguro que han sido reales. He prestado mis conocimientos en alguna que otra ocasión. He debatido intensamente acerca de muchas cosas; antes del twitter sólo podía debatir con mi preparador sobre cuestiones jurídicas, con los amigos prefiero reírme y con mi novia me gusta pasar el tiempo a su lado enamorándome cada día más de ella. He trabado conversación con gente que en mi vida habría pensado que se molestarían en hablar conmigo. He trabado amistades que espero que algún día se estrechen en la vida real. He disfrutado como un auténtico enano leyendo tuits ingeniosos, tuits gracioso, tuits picantes… También, no puedo negarlo, me he desahogado descargando mis iras contra algunos personajes públicos que se han pasado de listos, eso sí, siempre respetuosamente. Pero sobre todo he conocido, sólo en parte, aunque de algunos una gran parte, a gente que vale muchísimo la pena, a la mayoría de ellos los sigo, y de muchos otros estoy pendiente de lo que dicen y sopesando seguirlos en un futuro cercano.
En particular quiero acordarme de algunos de vosotros: Mis introductores en el mundo twitter, César (creo que él no lo sabe) y Cote. Los que vinieron de su mano: Lo, Mónica, Rosa, Tere (ánimo!), Cajouline (la más madrugadora) La penul (con quien tengo mis más y mis menos) y el resto del grupo que poco a poco se va expandiendo. Tuiteros peculiares y divertidos como Peich y Absolutexe. Marcial y Fede, los de la Intereconomía!! (Fede siempre presumiré que fui el primer tuitero al que saludaron los clones). Y por último de Beatriz, a la que admiro y con la que además de compartir gustos musicales y la pasión por el Real Madrid tengo un objetivo que ella ya logró ;).
Puede que no lo sepáis, pero os lo digo, ayudáis mucho a este opositor. Gracias, de todo corazón.
Pd. Casi me olvido. Mención especial para Sandoica, con quien tuiteo desde hace algunas semanas y me empuja a estrujarme, un poco más, el cerebro.
Que agradable sorpresa leer esto e incluso encontrar mi nombre en la lista de los que te hacemos más llevadera la tarea.
A través de twitter he debatido,intercambiado puntos de vista,reido y conocido gente maravillosa,incluso puedo presumir de haber hecho algunos amigos que han empezado a formar parte de mi 1.0
Gracias por acordarte de nosotros
Te llevo siguiendo desde no hace mucho tiempo. Realmente me ha encantado encontrarte. Me identifico bastante contigo. Te animo egoístamente a que continúes con tu blog porque difruto leyéndote. Gracias por la mención, todo un honor para mí aparecer en un post tuyo.
Qué bien nos quedan las entradas cuando vertimos sentimientos en ellas, ¿verdad? ;-)
Me ha encantado tu post, Fran y debo decir que para mí también ha sido un verdadero placer encontrarte. He tenido la oportunidad de conocer en persona a gente con la que conecté de manera especial por aquí y creo que en estos momentos podría afirmar lo siguiente: «Si te gusta en Twitter, te gustará en persona».
Muchas gracias por tenernos presentes. Siempre es agradable saber que te tienen aprecio o que contribuyes a alegrar la vida de las personas.
Mucho ánimo con esas opos. Habrá que celebrarlo cuando concluyan con éxito. :-)
Si yo tuviera que hablar de mi experiencia en Twitter, también te haría una mención especial. Fuiste mi seguidor nº 100, y me alegro de que fueras tú, tengo mucha empatía contigo, me gusta como piensas y como escribes. Encantada de que sigamos siguiéndonos, por mucho tiempo. Gracias, Paco.